Sin embargo, a pesar del tiempo transcurrido y de que el truco de hoy es radicalmente diferente, ya veréis que es igual de fácil y útil, sobre todo cuando no tenemos repuestos o nos encontramos con un presupuesto reducido para reparar desperfectos en el suelo o en la pared.
Se trata de arreglar un azulejo o una baldosa a la que le falta un trozo, un trabajo muy sencillo y al alcance incluso de los que no son nada manitas.
Básicamente se trata de rellenar el hueco que falta con una barrita arreglatodo, lijar y después pintar con el color más aproximado a la pieza cerámica que estamos reparando. El paso a paso lo podéis ver en sitios especializados como Handfie o la Bricopedia de la Comunidad de Leroy Merlin, a la que pertenecen estas imágenes.
Las barritas arreglatodo, como las de Pattex o Ceys, son en realidad masillas epoxi de dos componentes que, una vez mezcladas, aplicadas y secas, se pueden lijar y pintar, resistiendo tiempo, tráfico y altas temperaturas.
Evidentemente esta es una solución digamos que intermedia, pero sin duda perfecta tanto para evitarnos la factura del albañil como para aminorar el impacto estético que supondría para un cliente ver un azulejo o una baldosa rota. Especialmente interesante además si luego pensamos pintar los paramentos con pintura especial para azulejos.
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Excelente truco, me sirve para reparar algunas cosas del baño, pero además, me ahorro el dinero que podria haberme gastado en ello, para comprar más bien mamparas de ducha para la remodelacion que tengo pensada.
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